Este es un poema escrito por Cruz Villegas en el año 1955.
Lo comparto con ustes porque me pareció maravilloso y además por llevar el nombre de este hermoso pueblo indígena.
I
Bañando en el Guainía sus nostálgicos
Atardeceres
Maroa mora, vegeta y muere.
Su símil de vejez en las mujeres
Alentando añoranzas de ignorados placeres
De ochenta a los cien ranchos su poblado.
Un área reducida: tres manzanas cuadradas.
II
A menudo, los indios la abandonan,
La dejan solitaria y desolada
Con un soplo de muerte
En su rostro pajizo grabado.
III
Con mi más noble afecto
Sin odio ni aversión, he de cantarte.
Mas mi pluma la invade al contemplarte
Un halo de tristeza.
Con las manos inertes,
Si el corazón me impulsa a quererte,
La conciencia me increpa y me dice
Que así no quiere amarte.
¿Cómo decir que te quiero, terrón reseco,
Jirón de Patria? Si quisiera que fueras
Lo que no eres: un pueblo grande de moderna facha.
IV
Aún cuando tú estás quieta, la historia marcha,
Mora, Maroa y no mueras
Que hay un mañana tuyo.
Un futuro atómico y nuclear que avanza raudo montado en coche
Con la velocidad de los cohetes.
V
Tú habrás de ser la india de traje limpio
Sin parásitos y sin flechas.
Sin esa obscuridad que oculta y que te veda
Del progreso y bienestar la brecha.
VI
Es por quererte así cual te presiento,
Que me duele tu figura maltrecha y macilenta,
Pueblo paria, que a la orilla de un río,
Descansa o se consume minado de parasitos,
De anemia, de pelagra y atraso.
VII
No duermes
Porque tu aparente sueño
Es un letargo de muerte.
Quizá debe morir en ti lo viejo
O la inútil modorra de tu ambiente,
Dándole paso a un mundo de alegría
Para tus gentes.
Que tu pueblo sea feliz
Y cante y ría,
Acompañando el golpear
De pájaros selváticos
Y el rumor melodioso
De las negras aguas,
Que como serenata
Al pie de tu ventana,
Canta la caravana del Guainía.
Maroa, 30 de diciembre de 1955.
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